martes, 9 de agosto de 2011

El exilio interior (Cap. XXXVII) - Novela


Cap. XXXVII. FRAGMENTOS DEL DIARIO DE MARGARITA.

          Pasado un largo mes desde cuando arrojamos al mar las cenizas de Margarita y después de varios e insistentes pedidos, Beatriz me trajo el diario de su hermana.
          En un principio, creí que tanta renuencia para entregarme recuerdos que yo consideraba como algo propio respondía a su deseo de borrar definitivamente de mi memoria el fantasma de Margarita pero, a medida que avancé en las páginas, comprendí que se trataba de un acto de profunda piedad, tanto para con la muerta, cuanto hacia mí.
          El diario había sido escrito sobre varias agendas, siguiendo una cronología meticulosa pero bastante desordenada, no tanto  en lo relativo a fechas, pues supongo que cada apunte correspondía al día señalado en cada una de esas agendas, sino en todo cuanto se refería a personas y circunstancias. Algunas notas estaban borradas y otras se habían mojado, lo cual las tornaba casi ilegibles. No podría afirmar si fue la misma Margarita quien trató de destruir algunas páginas o si fue Beatriz quien lo hizo. Leí todo cuanto pude y algunos de los registros de ciertos hechos que compartimos y quedaron grabados en mi memoria. También aparecieron datos posteriores a los tiempos nuestra vida casi en común. Recuerdo los mismos, sobre todo porque me resultaron indicativos de los silencios que sucedieron a nuestra separación definitiva.



16-5-75
          "Anteanoche, Andrés y Carlos, su alma condenada, me llevaron a cenar a un restaurante español de Avenida de Mayo, para festejar mi cumpleaños. Andrés quiso hacerme elegir los vinos, aún cuando sabe que no entiendo nada de esa clase de bebidas. Pienso lo hizo por esa cortesía que nunca lo abandona. La comida la eligió Carlos y estuvo muy buena. Después de cenar, fuimos a un concierto de una banda de hot-jazz, en la cual tocaba un guitarrista excepcional, quien me hizo vibrar con sus solos. A Andrés no le gustaron y, aún cuando él sabe mucho más de música que yo, me cuesta entender porqué se ata tanto a las reglas y no solo en la música. El teatro no culmina ni termina en Esquilo; la poesía de Quevedo o Hernández es cosa del pasado; la música no se agota con Bach o Mozart; ¿por qué no buscar otras cosas y hacer nuevas experiencias? El mundo no es todo armonía, racionalidad o equilibrio como él pretende. Discutimos. Siempre discutimos lo mismo. Busca un mundo predecible; quiere personas confiables, descalifica los sentidos y las sorpresas. En un momento, le dije que hasta el nacimiento de cualquiera de nosotros era solo algo casual, en un mundo también casuístico y me respondió que "los hombres solo son tales por su historia personal, con las responsabilidades que eso supone, pues, si no existiera esa historia, nada se podría reclamar a nadie y nadie estará obligado a responder por sus actos". Opté por no contestarle, porque, si entro en su juego, siempre termino por darle la razón. Carlos arregló un poco las cosas y fuimos a pasar la noche juntos. Fue maravilloso, pero volvimos a discutir por la mañana. A veces, no entiendo qué me sucede con Andrés. Paso de la adoración al rechazo. No puedo prescindir de su cariño, pero me abruma; no me deja libertad; no soy yo misma cuando él está conmigo. Se que entrega todo de sí pero eso no le da derecho a creer que yo tengo que hacer lo mismo. Hasta siento miedo de actuar de modo espontáneo cuando me mira. Lo dejé solo. No quiero verlo por un largo tiempo. Tengo que saber cómo me siento sin él.
          NOTA: Creo que Carlos está algo enamorado de mí. Nunca me lo dirá porque su respeto y afecto por Andrés son casi religiosos pero creo que él también se siente limitado por mi "casi pareja", como el mismo Andrés define nuestra relación".

19-5-75
          "Andrés llama todo los días. Por ahora, no voy a atenderlo. Necesito estar sola y averiguar qué me pasa, no solo con respecto de él, sino también acerca de muchas otras cosas. Beatriz y mamá dicen que están cansadas de tener que mentir por mí, pero nadie les ha pedido que lo hagan. Con Beatriz está pasando algo raro: Defiende a Andrés continuamente y ni siquiera lo conoce. Debe ser por su "síndrome de hermana desplazada". Me gustaría saber qué haría en caso de conocerlo".

24-5-75
          "Andrés dejó de llamar. Es posible que esté cansado de hacerlo sin conseguir que yo lo atienda o que, por fin, haya aceptado que tiene que respetar mi intimidad. Cuando llegue el momento, lo llamaré y veremos cómo reacciona. De todos modos, estoy segura que, después de pedir explicaciones que no le daré, se comportará como siempre".

29-5-75
          "A. sigue sin llamar. Voy a hacerlo yo, aprovechando que la  Facultad contrató un teólogo francés para dictar un seminario. A él, estos temas siempre le interesaron mucho y, a mí, quizás más que a él pero por otros motivos.
          Pasé tres días sin comer ni tomar agua, y no he sentido ni una enorme sed ni un gran hambre. Creo que el problema no está en experimentar las cosas, sino en gozarlas o sufrirlas tal como se nos presentan en la vida".

1-6-75
          "Carlos y Andrés se inscribieron conmigo en el seminario de teología. Estaba segura que Andrés lo iba a hacer, aún cuando fuera solo para acompañarme. Carlos lo debe haber hecho por razones parecidas, pero no con relación a mí, sino a su amigo del alma. A la salida de la Facultad, Andrés me pidió que fuéramos a su casa. Le dije que iría, a condición de que no tuviera que explicarle porqué pasamos más de una semana sin vernos. Lo mismo me pidió explicaciones, pero terminó por conformarse con algunas palabras de circunstancia. Pasamos una noche estupenda".

9-6-75
          "Comenzamos el seminario. Es notable como todo el mundo, incluido el titular de la cátedra, permite que Andrés lleve la voz cantante. Traté de introducir un tema relativo a una inquietud que tengo desde hace mucho tiempo, acerca de cómo se podría llegar a captar la verdad en este mundo y las cosas por medio los sentidos y el doctor Wissenglaube, en un comienzo, pareció interesarse en una observación que hice, pero después terminó rechazando de mal modo mi postura. Es curioso, pero todo lo que dice Andrés es aceptado y todo lo que yo digo es rechazado. Ellos, sin duda, lo prefieren y creo que él es perfectamente consciente de eso, pese a que lo niega".

21-8-75.
          "Leyeron el testamento de la tía Evangelina. Dejó todo lo que tenía - que era mucho - a Beatriz y a mí. Dividió su herencia en dos tercios en mi favor y el resto para mi hermana. A mí, me tocaron casi todo el dinero y los valores que ella tenía en un banco. A Beatriz, le dejó un poco de dinero y una casa quinta. No le gustó nada, pero nada puede hacer. Ahora, tengo absoluta independencia en materia de dinero. Creo que compraré un casa en San Telmo".

28-8-75.
          "Monseñor Wissenglaube nos invitó a cenar. Mejor dicho, lo hizo con Andrés y pero él me llevó también a mí. Hicimos muchas preguntas pero tuvimos pocas respuestas. El teólogo no pudo o no quiso contestarme acerca de las razones que tenía para rechazar la aproximación a la verdad a través de los sentidos y me dejó entender que esa postura ni siquiera llevaba a la condenación. No comprendo porqué rechaza mis inquietudes y se detiene en las más engorrosas cuestiones intelectuales que propone Andrés, como esa obsesión que él tiene con un teólogo místico alemán que murió hace siglos. Mientras no obtenga respuestas convincentes, seguiré insistiendo en lo mío.
          Otra cosa: Me gustaría saber qué papel desempeñará en mi vida el doctor Wissenglaube porque, unas veces, me parece un ser angélico dedicado a esclarecer el espíritu religioso de los seres humanos y, otras, alguien diabólico, ocupado en promover la confusión. Bueno, al fin de cuentas; ¿cuál sería la diferencia? El problema de fondo reside en sentirse satisfecha con una misma en este mundo, vaya después donde vaya".

22-11-75
          "Pregunté al Monseñor quién fue el Primer Teólogo y me contestó de manera oblicua. En realidad, yo sé quien es pero quería que él lo confirmara y me informara acerca de su carácter y las razones de su separación, pero Wissenglaube siempre elude mis preguntas y dedica su atención a Andrés, a quien, sin dudas, prefiere por sobre todo el resto de sus ayudantes y alumnos. Me gustaría saber qué es lo que persigue con eso. También me gustaría reunirme a solas con él para ver cómo se comporta en situaciones no del todo controlables por un hombre, sea o no sacerdote".

21-12-75.
          "Mataron a Mauricio Schönberg, un judío profesor de Metafísica quien tenía un buen diálogo con Andrés, pero a quien nunca incorporamos a nuestro círculo íntimo. No llegué a tratarlo siquiera superficialmente pero el tema ha afectado mucho a mi "casi pareja". Anda sombrío y muy susceptible. No disfruta el éxito que tuvo su tesis de doctorado. A veces, creo que no le gusta disfrutar las cosas, pues siempre encuentra alguna razón para preocuparse. Ahora, su tema es la Asociación Anticomunista Argentina o Triple A., un grupo político cuya existencia no ha sido nunca confirmada y del que solo se sabe algo por denuncias y rumores. Andrés debería despreocuparse un poco del futuro y disfrutar más del presente. Nadie sabe qué significarán las cosas mañana".

18-1-76.
          "Mi familia se fue a Atlántida, con la tonta de Beatriz incluida, porque parece que la pobrecita no puede despegarse de los pantalones de papá. Es bueno estar sola en casa. Estoy repartiendo mi tiempo entre Andrés y ciertas investigaciones acerca de mí misma".

15-2-76.
          "Han vuelto mis padres y mi hermanita. Se acabaron mis vacaciones junto con las de ellos.
          El libro de Andrés ha hecho mucho ruido, diría demasiado, en los medios intelectuales. Le están llegando ofrecimientos para que asuma alguna cátedra en varias facultades del interior. No entiendo porqué duda tanto en aceptar cualquiera de esos nombramientos. Le dije que sería bueno, tanto para él, cuanto para mí, que lo hiciera y se puso como si lo hubiera insultado. Es una actitud tonta. Los seres humanos, sobre todo aquellos que viven o están en pareja, deben descansar unos de otros durante algún período de tiempo. Esto sirve para que la relación no se desgaste. No sé porqué le cuesta tanto trabajo entenderlo. Cuando nos volvemos a encontrar, después de un tiempo sin vernos, las cosas andan mejor entre nosotros. Además, a veces necesito estar sola o con otras personas que no sean del grupo, porque el grupo es de Andrés".

28-3-76.
          "El golpe militar tiene muy preocupados a Andrés y sus amigos. Pienso que exageran las consecuencias que puede tener y, como los noto hasta más despiertos ante la vida, me resultaría difícil decir si el tema tiene la dimensión real que le atribuyen o el sentido que, sospecho, en el fondo quieren que tenga. Por mi parte, no creo que las cosas vayan a cambiar demasiado. Acá, las cosas nunca cambian demasiado. El general que designaron Presidente de la República tiene un extraño parecido físico con el doctor Wissenglaube, aún cuando la expresión de su cara es menos maligna".

15-4-76.
          "El segundo seminario de Wissenglaube me parece un fiasco. Es casi lo mismo que el primero y hasta son iguales las diferencias que el teólogo hace entre Andrés y el resto de nosotros. Sigue sin responder mis preguntas. En realidad, no responde a nadie, salvo a su alumno predilecto, quien tiene menos motivos que yo para averiguar muchas cosas".

19-6-76.
          "Desde hace unos días, Diego no viene a clases y tampoco apareció ni llamó a casa de Andrés, donde se suele reunir nuestro grupo para analizar temas de estudio. Carlos anda un poco histérico y contagia su ansiedad mi semi pareja. Discutimos, porque ellos consideran que Diego fue secuestrado por algún grupo paramilitar y yo estimo más probable que nuestro eventual compañero simplemente haya decidido tomarse un tiempo en soledad para descansar de nuestra compañía. Yo, muchas veces, he tenido ganas de hacerlo y lo he hecho. Andrés se enojó mucho cuando se lo dije. No entiende mis argumentos y sostiene que la amistad que los une es razón más que suficiente para que eso no ocurra. La amistad o el amor, a mi juicio, no anulan la independencia de las personas o no deberían hacerlo. Yo también me enojé y lo dejé solo en su departamento. Espero que aprenda".

25-6-76.
          "El doctor Wissenglaube parece tener algo en mi contra. Es descortés y hasta agresivo, sobre todo cuando Andrés está presente. (Bueno, él está siempre presente, porque yo nunca pude hablar a solas con el teólogo). Ambos se encierran en interminables discusiones teóricas acerca de temas que me interesan pero no desde el enfoque que tienen ellos, sino desde una perspectiva mucho más personal. Sin embargo, cada vez que pregunto algo, recibo un sarcasmo como respuesta. Hay otra cosa que me hace pensar que tal agresividad no es del todo sincera: Wissenglaube parece adivinar siempre lo que estoy pensando y, algunas veces, contesta antes que yo pregunte. Eso no puede sino significar que, en algún sentido, está pendiente de lo que hago o digo. Ninguna agresión es gratuita".

30-6-75.
          "Diego no aparece. Andrés y Carlos están moviendo cielo y tierra para encontrarlo, pero no consiguen nada. Andrés aprovechó el trato que tiene con Monseñor Wissenglaube para pedirle que averiguara en los círculos donde el teólogo se mueve qué se podía hacer en favor de nuestro compañero de estudios. También habló con otros profesores de la Facultad. Carlos presentó los antecedentes del caso en una asociación de abogados. Creo que Andrés, al fin y al cabo, tenía razón: a Diego le puede haber pasado algo grave.
          Nuestras relaciones de pareja pasan por un período de paz, pero la situación, de todos modos, no me satisface porque soy solo yo quien debe sacrificar su intimidad. No sé cuanto puede durar esto. No creo que sea mucho".

16-8-76.
          "La tía Merceditas realizó una reunión de lo que ella entiende como grupo familiar, para que conociéramos a la mujer del primo Mariano. Invitó también a Andrés, hecho que me llamó la atención porque no pertenece al grupo. Sospecho que lo hizo porque cree inevitable que él se incorpore dentro de poco tiempo. Pasa algo raro en mi relación con Andrés: Todo el mundo nos considera una pareja consolidada, al extremo que ya nadie me invita a cualquier reunión sin hacerlo también con él, y no se trata solo de mis parientes. Allá ellos.
          La reunión resultó, mientras estuvo Mariano, tan anodina e hipócrita como siempre pero, cuando se éste retiró con Inés, su mujer, comenzaron los comentarios acerca de la situación de una hermana muy joven de ella, quien desapareció hace varios meses y de quien dice que se la llevaron hombres de la Marina. Prácticamente y sin ningún tipo de pruebas, se dio por demostrado que esa chica de no más de diecisiete años andaba metida en la subversión. Les dije lo que pensaba, sobre todo de la santulona de Merceditas y se arruinó la reunión. Andrés y Beatriz estuvieron de acuerdo conmigo. Más él que ella. Nos señalaron la puerta de salida. Dije a Beatriz que se fuera a casa y, con Andrés, fuimos a su departamento. Pasamos una noche estupenda, como siempre me pasa cuando voy a la cama con él. Después vinieron las consabidas discusiones".

17-8-76.
          "Diego no aparece. Andrés y Carlos están como locos. Tal vez Andrés no se preocuparía tanto si supiera algunas cosas de su amigo desaparecido que me atañen".

23-12-76.
          "Hace más de quince días que no veo a Andrés. La última vez que nos encontramos, me dijo que le habían ofrecido un contrato para trabajar en una facultad de filosofía de España y, como le respondí espontáneamente que aceptara, se sintió herido. No entiendo para qué me consulta si, cuando le digo lo que pienso, se molesta. Ya sucedió otras veces, pero después arreglábamos las cosas en la cama. Esta vez, no. No comprendo bien qué me sucede con él. Lo quiero, pero me oprime hasta por presencia, pues, cuando está, no puedo actuar siendo yo misma, haciendo en cada momento lo que quiero hacer. Lo extraño,  pero no voy a llamarlo ya nunca. Espero que realmente se vaya a Europa, si es que es cierto eso de las amenazas de muerte que dice estar recibiendo. Al fin, podré de vivir mi propia vida, no la de él, como parece me quisieran imponer todos".

23-2-77.
          "Hace diez días volvimos de Brasil, donde fui de vacaciones con mi familia, accediendo a un pedido de mis padres y a la necesidad de alejarme de Buenos Aires por un tiempo.
          Mis días en el mar fueron más que interesantes. Conocí, en sentido corriente y también bíblico, a varios brasileños. Me encanta esa gente. Vive sin creer que todo acto que se hace en común con otra persona implica algún tipo de compromiso. A diferencia de mi ex pareja, quien busca explicaciones a todo y para todo, son espontáneos. Tienen alegría de vivir y les basta con sentir el mundo en su piel para ser felices. Creo que sé que diría Andrés a este respecto, pero ya no me interesa."

15-4-77.
            "Beatriz me dijo que Andrés se fue a España y que ella compró su departamento. Creí que él me llamaría antes de irse, pese a nuestro distanciamiento. Me molestó mucho que no lo hiciera y que se reuniera con mi hermana antes de partir. Discutí con Beatriz. No tenía derecho a ocultarme los planes de mi ex pareja y menos a hacer esa compra sin avisarme. Ella sabía que yo podría desear comprarlo. En última instancia, esas paredes tienen más recuerdos para mí que para ella. Sospecho que se ha enamorado de Andrés. Se lo dije y su cara enrojeció completamente. Pobre Beatriz; siempre ha querido desplazarme en todo y nunca lo ha conseguido. En esta oportunidad, pasará lo mismo y, si Andrés vuelve alguna vez a la Argentina, me bastará con llamarlo para que las cosas comiencen de nuevo. De todos modos, me siento más libre teniéndolo lejos".

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